La Mesa Redonda sobre “Energía y Cambio Climático” descubrió a los más de cincuenta asistentes al acto cuatro enfoques distintos y complementarios sobre la importancia de la acción que cada persona puede desarrollar en favor del uso de las energías renovables y aminorar las emisiones de CO2 que están forzando al Cambio Climático del planeta.
Organizada por la Concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Santa Brígida, Eduardo Martín Almeida, el concejal del área, señaló la importancia de la implicación a pequeña escala de las corporaciones locales y la ciudadanía para que los acuerdos de la pasada Cumbre Climática de París se conviertan en logros. Martín Almeida, que hizo de moderador, presentó a los cuatro ponentes que fueron presentando sus ideas y experiencias, aportando datos claves como la importancia de la «democratización de la energía» —decía José Luis Porta—, que permitan establecer redes ciudadanas que compartan energías producidas por ellos mismos. Gerardo García Machín, destacó lo revolucionario de las pequeñas Calderas de Biomasa que empleando material de Km 0, son capaces de reducir hasta el 90% de las emisiones. El representante de PROFROR, Carlos Velázquez explicó la propuesta del céntimo forestal como un revulsivo sistema de financiación para el mantenimiento y reforestación de la isla de Gran Canaria y por último intervino José Juan Alejandro, contando a la concurrida sala, su experiencia personal de haber logrado la autosuficiencia energética que le ha permitido desconectar de la red general de energía de cualquier suministradora de las que nos pasa factura a todos a final de mes.
La primera ponencia, titulada «Buenas prácticas energéticas a escala municipal e individual», corrió a cargo de José Luis Porta, de la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético. El ponente incidió en el papel ejemplar que deben asumir las corporaciones locales en relación a un uso eficiente y sostenible de las energías renovables. Recordó que Gran Canaria tuvo una oportunidad única de convertirse en una potencia mundial de las renovables, pero que esta vocación ha sido y es constantemente bloqueada por los intereses de las grandes compañías de energía así como de los poderes políticos. En su opinión, la democratización de la energía ayudaría a establecer redes compartidas donde los ciudadanos utilizarían a diario la energía producida por ellos y trasferirían los excedentes a sus vecinos, generando así un sistema eficiente, sostenible y económicamente más beneficioso para la sociedad en su conjunto.
Por otro lado, Gerardo García Machín, miembro de la Asociación Biomasa Km 0, defendió el papel complementario de la biomasa en la producción de energía verde. En su ponencia titulada «Posibilidades del uso de la biomasa local en el municipio de Santa Brígida», García Machín defendió la implantación de pequeños generadores alimentados por biomasa a nivel local, si bien no dudó en condenar la implantación de una gran central en Gran Canaria. Sostuvo el ponente que la biomasa reduce las emisiones en un 90 por ciento en relación a las energías fósiles, gasóleo y fuel, que son las utilizadas actualmente en nuestras islas para la creación de energía eléctrica. García Machín compartió su experiencia como técnico de mantenimiento encargado de sustituir en varios hoteles del sur de la Isla sistemas de producción de energía tradicionales por el de la biomasa, que supone una drástica reducción de la polución ambiental así como una importante disminución de costes para el empresario.
La siguiente ponencia, » El potencial de Santa Brígida en el secuestro de carbono por vía de la reforestación», corrió a cargo de Carlos Velázquez, de PROFOR Canarias. En su exposición, Velázquez explicó la propuesta del céntimo forestal, medida que pretende recaudar un céntimo por cada litro de gasolina expedido con el fin de invertirlo en las campañas forestales promovidas por el Cabildo, y que reincidirían en una mayor superficie forestal, que a su vez se traduce en una mayor capacidad del entorno para absorber el CO2 generado por la actividad humana.
En la última ponencia de la velada, «De la teoría a la práctica: la soberanía energética es posible». José Juan Alejandro Martell, de la Asociación Canaria por la Economía Del Bien Común, relató su experiencia personal en el cambio del uso de las energías fósiles a las limpias. Martell sostiene que por la misma cantidad económica que un ciudadano gasta mensualmente en su factura eléctrica, el cambio a la autosuficiencia energética es completamente posible. En una interesante exposición, Martell animó al público asistente a dar el paso aduciendo la gran satisfacción personal que supone no volver a pagar un recibo de electricidad y saber que mediante esta fórmula, el impacto medioambiental es realmente mínimo.
Tras las ponencias el público asistente participó en un intenso debate, donde se habló del papel que nuestro municipio podría asumir en el liderazgo de la implantación de las energías limpias.
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