Debatimos: Policía Verde
Medida que se pretende aprobar
Propuesta de creación de una Ordenanza Municipal Reguladora de la Protección del Medioambiente y de los Espacios Públicos en la que consten las sanciones correspondientes a hechos que puedan considerarse delicitivos, recogiendo la creación de la Unidad de Medio Ambiente dentro del actual cuerpo de Policía Local (La Policía Verde) que vigile e investigue de manera expresa los vertidos de residuos que se detecten dentro de nuestro municipio.
La creación de una sección de la policía local dedicada únicamente al medio ambiente podría generar un enfoque demasiado estrecho. Los problemas ambientales a menudo están interconectados con factores sociales y económicos. la policial local ya cuenta con la capacidad de abordar una gama más amplia de problemas, adoptando un enfoque holístico que reconoce las complejidades de los desafíos ambientales.
En relación con lo anterior, problemas como la contaminación del aire o del agua están vinculados a actividades industriales y urbanas, y su solución implica la coordinación con otras agencias que regulan estas actividades.
En lugar de crear una fuerza policial adicional, los recursos podrían asignarse de manera más eficiente en programas de educación ambiental, iniciativas de sostenibilidad y enfoques preventivos. Estas acciones no solo tratan los síntomas, sino que también abordan las causas subyacentes de los problemas ambientales, promoviendo cambios positivos a largo plazo.
Así, invertir en educación ambiental podría reducir la necesidad de aplicación de la ley al fomentar una mayor conciencia y responsabilidad ambiental entre la población.
Del mismo modo, la creación de una policía ambiental separada podría resultar en una falta de coordinación con otras agencias encargadas de la aplicación de la ley y la protección ambiental. La cooperación interinstitucional es esencial para abordar eficazmente problemas interrelacionados y evitar la duplicidad de esfuerzos.
La gestión de áreas protegidas involucra a múltiples agencias, y una policía ambiental separada podría dificultar la colaboración necesaria para proteger eficazmente estos entornos.
Además, los problemas ambientales a menudo requieren conocimientos especializados en ciencias ambientales, ingeniería y legislación ambiental. Una fuerza policial tradicional puede carecer de esta experiencia, lo que podría afectar negativamente su capacidad para abordar eficazmente los desafíos ambientales.
En resumen, la creación de una policía local exclusiva para el medio ambiente podría no ser la solución más efectiva. Es esencial considerar una perspectiva más amplia, aprovechar eficientemente los recursos existentes y fomentar la cooperación entre diversas agencias para abordar los desafíos ambientales de manera integral y sostenible. Además, la existencia de la Agencia Canaria de Protección del Medio Natural ya establecida resalta la necesidad de evitar duplicidades y promover una gestión eficiente de los recursos disponibles siendo lo primordial la colaboración interadministrativa.