Cuando en Gran Canaria hablamos de las podas de Eucaliptos en las carreteras, surgen opiniones muy contrapuestas, que pivotan entre el arboricidio indiscriminado y la necesidad de acabar con una especie muy dañina.
Desde ANDO y tras analizar la situación, queremos dar unas pinceladas sobre el problema, que ayuden a aclarar y sobre todo a proponer soluciones con fundamento técnico.
Los eucaliptos a borde de carretera fueron plantados hace alrededor de 100 años. En un principio debían cumplir la doble función de mantener el firme de las vías y asimismo dar sombra a los carros que circulaban entonces. Ambas funciones están hoy desfasadas.
Actualmente y con esa edad los eucaliptos crecen a menudo muy juntos, no desarrollan bien la copa y muchos se han quedado estancados. Por el contrario hay otros que alcanzan dimensiones considerables y poseen una gran belleza.
Algunos ejemplares notables generan promontorios en la calzada por el desarrollo de sus raíces. Asimismo y debido a podas extremas en el pasado (desmoches), las ramas secundarias que se generan tras las podas se desgajan con facilidad, suponiendo un peligro para los vehículos y los peatones.
Cerca de viviendas y otras infraestructuras las potentes raíces de los eucaliptos pueden ocasionar daños. Gran parte de la población está a favor de proteger los eucaliptos, salvo los que están delante de su casa, que les tiran hojas, ramas, sus raíces se meten en los desagües, etc.
Muchas de las carreteras de Gran Canaria adquieren un carácter arbolado y frondoso, debido a los majestuosos árboles que crecen en el borde. La isla parece más arbolada de lo que en verdad está gracias a la presencia de estos árboles.
Los árboles de borde, son elementos esenciales en otras latitudes. En Francia se protegen alamedas instauradas en los tiempos de Napoleón. En la Alemania Oriental, que conserva muchas calzadas arboladas con tilos y fresnos debido a la falta de inversión para grandes transformaciones, hoy son vías que gozan de protección especial.
Recta del Paraiso
La Administración responsable (Servicio de Carreteras del Cabildo de Gran Canaria) contempla al eucalipto más como un problema, que como un elemento integrante de la vía. De hecho no existe una Estrategia de Gestión del arbolado a borde de Carreteras. Es un secreto a voces que la Administración responsable querría ver las vías libres de toda vegetación(¡¡¡¡!!!!). Una de las Consejerías con más presupuesto de la Corporación, que no ahorra en medidas de mantenimiento sobre el firme asfaltado, no está dispuesta a invertir en mantener la vegetación de borde y contamina el ambiente con cientos de litro de herbicidas, que aplica de forma sistemática, a pesar de la firme oposición de los vecinos.
Los árboles de borde se podrían clasificar en las siguientes categorías:
Árboles singulares: aquellos eucaliptos que por sus dimensiones (diámetro y altura) y su forma (ramosidad y ramificaciones) son ejemplares únicos y merecen un nivel de protección importante, del que actualmente carecen. Alrededor del 20 % de los ejemplares pueden considerarse singulares.
Árboles sobrantes: son aquellos que están de acompañamiento, crecen muy juntos y no aportan nada a mantener el «paisaje de carretera arbolada». En ciertas zonas generan un efecto de túnel, que hace la vía hasta agobiante (aunque esto es subjetivo). Casi la mitad de los árboles actuales caen en esta categoría.
Árboles que objetivamente generan peligro a la vía: Son ejemplares contados (10%), en curvas con poco radio o mala visibilidad, árboles con troncos que a cierta altura invaden el espacio encima de la calzada y árboles que impiden el paso a los transeúntes. En esta categoría no entran los que generan baches, este problema se puede resolver picando y sacando volumen radical.
Árboles indiferentes: Son aquellos que no resaltan, pero contribuyen a mantener el carácter arbolado de la vía.
El Arco
Como valoración inicial cabe indicar, que salvo contados casos, lo importante no son los individuos concretos, lo importante es el paisaje que crean, que es irrepetible y caracteriza muchas de nuestras calzadas. Como en el bosque, los individuos son parte de un todo, la desaparición de algunos ejemplares no es nociva, si no afecta al todo. Por eso el problema no está en la tala en sí, sino en lo que se corta.
Desde ANDO queremos aportar propuesta de gestión podría ir encaminada a:
1. Primeramente habría que señalar los ÁRBOLES SINGULARES y diseñar una política de gestión concreta, fomentándolos, haciéndoles podas muy ligeras e informando a la población de la importancia de contar con estas maravillas naturales y con una vía tan bonita, que tarda decenios en formarse. El Ayuntamiento de Santa Brígida en concreto tiene recogido en su Catálogo de Árboles Singulares de la Villa de Santa Brígida un majestuoso eucalipto, que crece en Gran Parada y es el más grueso de la isla. Gracias a esta declaración consiguió ser salvado en 2012, cuando ya estaba señalado para ser cortado.
2. Posteriormente habría que eliminar aquellos árboles que (objetivamente) generan peligro, habrá que aceptar que caiga algún árbol singular. Se debe evitar cortar alineaciones enteras, porque acaban con el carácter arbolado de la vía, debe ser una actuación individual.
3. Se deberán ir cortando los árboles sobrantes, que son aquellos que se han dañado por las severas podas, los que hacen competencia a los árboles singulares y en definitiva, los que deben ir desapareciendo, hasta alcanzar la distancia adecuada entre los que se quedarán definitivamente. 4. Allí donde ya se han cortado alineaciones completas se deben hacer sustituciones con
árboles que resalten por su floración, follaje, etc. No tienen porqué ser autóctonos, pero conviene darles preferencia.
CONCLUSIÓN
Talas en la entrada de Santa Brígida
Para algunas personas puede ser difícil de aceptar el que se corten árboles, pero la gestión incluye tanto la plantación como la corta. Solo hay dos aspectos que resultan imprescindibles, por un lado la salvaguarda de los árboles singulares, por el otro la garantía de que nuestras carreteras mantengan el carácter de vías arboladas, con ejemplares majestuosos. El individuo no es lo importante, lo importante es la «impronta». Para que nos entendamos, en un bosque es lo mismo si hay un árbol cada 5 o cada 8,5 metros, lo importante es que al contemplarlo constatemos: «Si, es un bosque».
Finalmente es importante resaltar que hay puntos de partida, que invitan al optimismo. Así por ejemplo, la intervención decidida de un vecino del Madroñal, consiguió salvar la alineación de eucaliptos que se encuentran al final de la recta en sentido subida, al poner de acuerdo al Servicio de Carreteras del Cabildo y al propietario colindante con la carretera. Gracias al retranqueo y reconstrucción del muro de la citada finca por parte del Servicio de Carreteras, se pudo ensanchar la vía sin tener que talar unos majestuosos ejemplares, que sin duda responden al carácter de singulares.
Tala en el Arco
Por otro lado el ya citado eucalipto que se incluye en el Catálogo de Árboles Singulares de la Villa de Santa Brígida fue respetado una vez que se avisó al Servicio de Carreteras. La poda de este irrepetible ejemplar fue sustituida por el ensanchamiento de la curva adyacente.
Desde ANDO esperamos haber contribuido a aportar soluciones al polémico asunto de los eucaliptos a borde de carretera. Instamos a las Administraciones a que inicien la senda del entendimiento y el consenso con la población afectada, para conseguir carreteras seguras sin hipotecar su irrepetible belleza.
publicación publicada en diciembre 2014 y rescatada por la actualidad del debate.
¿Cómo reaccionas a esta noticia?