Proponemos un plan de movilidad vertical para nuestros barrios y urbanizaciones en pendiente

El pasado jueves, último del mes de septiembre se celebró el Pleno Ordinario Municipal bimensual, de la corporación municipal. Un pleno sin proyectos, sin ideas y sin propuestas más allá de las que presentó el grupo municipal Ando Sataute, con sus tres mociones, de las que solo se aprobó la que planteaba ir a por la caza de las ratas que pululan cada día por los distintos rincones de nuestro municipio y que tanto malestar y preocupación está generando a la ciudadanía. Para el plan de movilidad vertical era necesario tener capacidad de pensar en el futuro del municipio y quizás por eso, no contaron con el beneplácito del grupo de gobierno que rige los destinos de Santa Brígida.

Rosalía Rodríguez Alemán, concejal y portavoz de Ando Sataute, puso voz a las cada vez más frecuentes quejas y denuncias vecinales relacionadas con la proliferación de roedores en el municipio de Santa Brígida, especialmente después de que el Cabildo de Gran Canaria dejase de repartir veneno hace años atendiendo a su “Estrategia para la erradicación del uso ilegal de veneno en el medio no urbano de Canarias” ya queel uso de cebos envenenados en el medio no urbano, en cuanto procedimiento masivo y no selectivo, constituye una de las prácticas más lesivas para los ecosistemas y determinadas especies de fauna doméstica y amenazada. El pleno municipal aprobó por unanimidad valorar la contratación de un sistema de portacebos en superficie para disminuir la población de roedores que proliferan por el municipio, así como instar, vía orden de ejecución, a las y los propietarios de toda clase de terrenos y construcciones a mantenerlos en condiciones de seguridad, salubridad, y ornato público, recordando la prohibición de mantener en ellos basuras, residuos sólidos urbanos o escombros.

Como segunda moción, planteamos al pleno un acuerdo para incluir en el Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) de la Villa de Santa Brígida, aún pendiente de aprobar en pleno, un Plan de Movilidad Vertical que establezca las necesidades y posteriores criterios técnicos para dar solución a la problemática de movilidad que tienen muchos vecinos y vecinas residentes en los barrios de La Angostura, los Llanos de María Rivera, La Atalaya,  Bajo Risco y  urbanizaciones como Cuesta de La Grama, El Molino o El Reventón, entre otros. El concejal de Ando Sataute, Javier Ramírez Mendoza, que defendió la moción, planteaba que facilitar la movilidad y conectividad de los diferentes barrios de nuestro municipio es una labor ardua en la que entendemos deben involucrarse todas las fuerzas políticas y agentes sociales y culturales de nuestro municipio. Lamentablemente, solo contó con el voto favorable de los seis concejales de Ando Sataute, la abstención del concejal del PSOE y el voto en contra de los nueve ediles del grupo de gobierno liderado por el PP y el de la concejal no adscrita.

Javier Ramírez, defendía en la moción de movilidad vertical que los barrios históricos de Santa Brígida o los más recientes, como lo son las urbanizaciones, precisan de un plan específico de transformación del entorno, con especial atención a su movilidad y conectividad. Desde Ando Sataute, creemos que hay sobradas experiencias de soluciones técnicas y económicas en muchos lugares con problemas similares, para apostar por un plan de movilidad vertical que dote a nuestros “barrios y urbanizaciones en pendiente” de infraestructuras que permitan el acceso de manera cómoda y eficiente a los residentes y visitantes, especialmente a personas mayores o con dificultades de movilidad. Algo tan sencillo en el siglo XXI, como es la implantación de rampas y escaleras mecánicas, así como ascensores, permitirán dar a estas zonas un salto cualitativo para núcleos que se consideran en la actualidad como los grandes olvidados de nuestro pueblo. Hay sobrados ejemplos a lo largo de la geografía española, que llevan mucho tiempo funcionando con una buena solución técnica y el mantenimiento adecuado, prestando un servicio que ya hoy se considera no solo imprescindible como es el caso de Portugalete en la ría de Bilbao, la muralla de Lugo o las escaleras mecánicas de la empinada calle Lope de Vega en Santander, que se ha convertido en toda una atracción turística. No nos cabe la menor duda que el camino que planteamos ahora será arduo y lleno de dificultades, pero entendemos que nuestro principal objetivo, y debería ser el de toda la corporación y las futuras, es la mejora en la calidad de vida de la ciudadanía.